viernes, 20 de junio de 2014

Escuela de Liturgia

LA SANTA MISA EXPLICADA PASO A PASO

LA COMUNION
Es el momento culminante de la celebración, hay que vivirlo como una participación plena de todo lo que se ha celebrado. Después de la preparación personal, el sacerdote muestra a los fieles el pan eucarístico que recibirán en la comunión, y os invita al banquete de Cristo; y juntamente con los fieles, formula, usando palabras evangélicas, un acto de humildad (Señor, no soy digno...)
Al acercarse el fiel a comulgar se establece entre el sacerdote y él el “diálogo de la fe”: el sacerdote muestra la sagrada forma diciendo “El Cuerpo de Cristo” y el fiel responde “Amén”, es decir, así lo creo y confieso. Este “diálogo” no debe suprimirse bajo ningún concepto, pues es una auténtica profesión de fe cristiana y católica.
Según las normas vigentes los fieles pueden comulgar en la boca o en la mano. De rodillas o de pie. Si se comulga de pie debe preceder siempre un signo de adoración, como puede ser la genuflexión o una reverencia con la cabeza.

Gracias, Señor: creo que por la comunion eucarística estás físicamente dentro de mí. ¿Cómo actuarías hoy, Señor, si tuvieses mis manos, mi lengua, mis ojos, mi cuerpo; si tuvieses mi energía y mi tiempo: mi familia. mis amigos, mi trabajo? Pues hoy te dejo que seas yo: ¡que tú vivas hoy en mí! Hoy quiero ser tú, el Hijo, que pasa por el mundo. Que lleve, Señor, tu mirada, tu sonrisa, tu consuelo, tu paz, tu ayuda y tu palabra, tu servicio, tu entrega, tu amor... a todos aquellos con los que me cruce. Padre. cristifícame, transfórmame todo en Cristo, dame su Espíritu, para que sea él entre los hombres.

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