martes, 6 de octubre de 2015

El Sinodo de la Familia en diez puntos.

El Papa Francisco acaba de inaugurar el Sínodo de la Familia, que durará hasta el día 25 de este mismo mes.
Se trata de una asamblea mundial de obispos en la que se propondrá al Santo Padre líneas pastorales para hacer frente a las dificultades que atraviesa esta institución básica de la sociedad. El sínodo concluirá dentro de tres semanas con una lista de propuestas que habitualmente los pontífices las utilizan como base de un documento magisterial.
1. ¿Qué es un sínodo?
El Sínodo de los obispos fue creado por Pablo VI el 15 de septiembre de 1965, en respuesta a los deseos de los padres del Concilio Vaticano II de mantener vivo el espíritu de colegialidad. Un sínodo es, en términos generales, una asamblea de obispos convocados por el Papa y tiene como tarea ayudar al Pontífice en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo.
2. Quién lo convoca?
Es el Papa es quien convoca el Sínodo, elige el tema a tratar, designa a sus miembros, preside él mismo la asamblea o designa al presidente y recibe las sugerencias presentadas por los obispos.
3. ¿Cada cuánto se celebran?
Los sínodos se convocan aproximadamente cada dos años, y los últimos han afrontado cuestiones como la Biblia, la Eucaristía o la Nueva Evangelización. A lo largo de sus 50 años de vida ha habido 27 sínodos. El primero convocado por Francisco trata sobre la familia y ha levantado una gran expectación.
4. ¿Cuánto dura?
El sínodo suele durar dos o tres semanas y participan entre 200 y 250 obispos junto al Papa. Es muy eficaz porque, aunque en las reuniones plenarias cada obispo puede hablar sólo tres minutos, en las reuniones por grupos afrontan las cuestiones con mucha profundidad.
5. ¿Quiénes participan en este sínodo?
En total 359 personas. De ellos, 270 son padres sinodales, (42 son miembros «de oficio», es decir, los presidentes de los 15 sínodos de las Iglesias católicas orientales y los jefes de los departamentos de la Curia vaticana). A ellos hay que sumar 183 obispos elegidos por sus respectivas conferencias episcopales, y 45 padres sinodales nombrados directamente por el Papa.
A diferencia del Sínodo de octubre del 2014, que era extraordinario y por lo tanto cada país estaba representado tan solo el presidente de su conferencia episcopal, este es un Sínodo ordinario, y el número de participantes es proporcional al tamaño de cada conferencia episcopal.
6. ¿Hay representación española?
Sí, dos cardenales y dos obispos. Los obispos españoles elegidos por sus compañeros han sido el presidente de la conferencia episcopal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el obispo de Bilbao, Mario Iceta. Entre los miembros elegidos directamente por el Santo Padre, se encuentra el cardenal de Barcelona, Lluis Martínez Sistach.
7. ¿Sólo participan obispos?
No, también asisten matrimonios y laicos expertos en diferentes especialidades vinculadas con la Teología, la biomedicina y la problemáticas de la familias. En esta ocasión, lo más llamativo es la presencia de un matrimonio italiano entre los 24 “expertos” y de nada menos que 13 mujeres a título personal y 18 matrimoniosentre los “observadores”, lo cual permitirá gran número de intervenciones de personas con experiencia de primera mano en las alegrías y dificultades familiares. Sumados a los padres sinodales, en total participan 359 personas.
8. ¿Qué se espera de este sínodo?
A diferencia del Sínodo especial del 2014, dedicado a estudiar los problemas de la familia a partir de datos recogidos –con toda su crudeza- mediante una consulta mundial, el Sínodo que ahora comienza abordará sobre todo la “vocación” y la “misión” de la familia. Por lo tanto, se pasará del estudio de las patologías –absolutamente necesario pero que molestaba a algunas personas-, al estudio del modelo de familia que el Evangelio propone en las circunstancias de hoy. La primera semana será dedicada a los «desafíos» de la familia, la segunda a la «vocación», y la tercera a la «misión».
9. ¿Es normal que haya posturas divergentes en el sínodo?
Sí. El secretario general del Sínodo, Lorenzo Baldisseri, recordó recientemetne que “el Papa quiere que se hable con valentía. No hay que sorprenderse que haya opiniones contradictorias. Es el estilo del Concilio Vaticano II, en que también se presentaban opiniones divergentes pero después, al final, los documentos se aprobaban por mayorías abrumadoras”.
El cardenal Baldisseri se manifestó contento de que, “entre los dos Sínodos haya habido gran cantidad de congresos, y se hayan publicado muchos libros”. Reflejando el hecho de que mantengan posturas divergentes y que algunos autores tradicionalistas “pontifiquen” por encima del Papa o muestren excesivo nerviosismo, Baldisseri comentó con buen humor: “estamos en el mar, y es normal que haya algo de marejada”.
10. ¿Cómo se conocerá el contenido de los debates del sínodo?
Informativamente será el más transparente de la historia, ya que a lo largo de estas tres semanas, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, y otros cuatro ayudantes informarán cada día a los periodistas del contenido de las intervenciones en el Aula del Sínodo, pero sin mencionar al autor para respetar la confidencialidad de quien no quiera identificarse. Además, cincuenta padres sinodales, de todos los continentes e idiomas, acudirán a conferencias de prensa.
Ya desde el Sínodo pasado, el Papa Francisco eliminó el viejo sistema de ir entregando cada día a los periodistas textos enviados por adelantado por los padres sinodales, pero que no coincidían –a veces casi nada- con sus intervenciones en el aula. Era un sistema muy “cómodo” tanto para los padres sinodales como para los periodistas, pero transmitía en parte información falsa.
En cambio, igual que el año pasado, todos los participantes en el Sínodo han sido invitados a manifestar libremente a la Prensa el contenido de sus intervenciones reales, a divulgar los textos completos si lo desean, y a expresarse con frecuencia y con libertad ante los periodistas televisivos que estarán permanentemente en los pasillos para alimentar el “videoblog” del Vaticano con cientos de entrevistas.
Se harán también públicos, por primera vez, los textos de los 13 grupos de trabajo por diferentes idiomas. El problema práctico de este Sínodo va a ser el exceso de información.

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